¿Quieres ser Brad Pitt?
Algo que me pasa con frecuencia es que personas que no trabajan en educación me preguntan: "Tito, ¿A qué te dedicas?" Y a veces no es fácil explicarlo. Suelo responder algo del tipo: “En Pulso Escolar ayudamos a gestionar dimensiones que la investigación de mejora escolar muestra como clave para que los colegios funcionen bien, pero que son difíciles de cuantificar, como el clima escolar, el involucramiento de las familias o el aprendizaje socioemocional. Esto lo hacemos con tecnología de punta y encuestas y sociogramas basados en el estado del arte de cómo construir buenos instrumentos”. La verdad es que puede sonar algo enredado. Al menos estoy seguro que mis padres entienden algo como “una cosa tecnológica para colegios”.
Para poder explicarlo en simple, acudí a un libro muy bueno que leí hace algunos años llamado Ideas que pegan. El libro da consejos que ayudan a comunicar ideas claras y efectivas, conceptos pegotes que se quedan dando vueltas en la cabeza. ¡Y era que no!, los autores encontraron la forma de resumirlo con un acrónimo en inglés: SUCCESS (Simple, inesperado, concreto, creíble, emocional, que sea una historia). Entonces el desafío era cómo explicar Pulso Escolar cumpliendo con estos consejos. No es fácil. Empiezo a valorar en mi cabeza conceptos que explican ideas complejas de forma simple: “Efecto mariposa”, “Efecto invernadero”, “Efecto dominó”, “la señora Juanita”, “Levántate papi”. ¡Son unos capos!, ¿Cómo lo hicieron? Esto está siendo Kafkiano.
Entonces le pregunté a mis amigos del trabajo: "¿Cómo explicarían Pulso Escolar de la forma más simple posible?" Seba, que está sentado al frente mío, dice que es como el tablero de control de un auto, pero para colegios. Te avisa cuando debes cambiar el aceite, echar bencina, pasar el cambio y apagar la luz usando datos. Es un buen ejemplo, pienso. Rosita, que está sentada al otro lado de la oficina, dice: “Pulso Escolar ayuda a los equipos de los colegios a ver patrones que no podrían ver sin nuestra plataforma. Olor a pólvora, un leve aumento de la temperatura, una pelusa en el abrigo…¡Y pum! Descubres que alguien va a poner una bomba en el Parlamento. ¡Te transforma en Sherlock Holmes!”. Interesante, en ese caso seríamos como Watson, me suena familiar. Dallas dice que le gusta más el profesor de la Casa de Papel y los colegios serían Berlín. Me gustan las ideas, pero ninguna me convence del todo. Necesito un café.
Estaba dibujando mi capuccino cuando Diego, desarrollador que está haciendo su práctica con nosotros, me dice: “¿Te gustaría ser Brad Pitt?” “Bueh, no estaría mal”, digo tratando de ocultar mi entusiasmo ante tamaña mejora. “Pulso Escolar es eso, te transforma en Brad Pitt, ¿Viste Moneyball?” “No”, le digo. “Se trata de un manager, Brad Pitt, él gestiona un equipo chico de baseball al que le roban todos los jugadores destacados al terminar una buena temporada. Se trata de como ganar un juego injusto, donde su equipo debe competir sin recursos frente a equipos muy poderosos. ¿Sabes cómo lo resolvió?. Encontró a un economista muy nerd y un poco pasado de peso que hizo un modelo de datos que les permitió encontrar jugadores que no eran valorados por los otros equipos, jugadores que eran diamantes en bruto. Armaron un equipazo, los ayudó a ver en la oscuridad, a decidir qué apoyo dar a cada jugador, a tomar decisiones eficientes con recursos escasos, a distinguir la información más valiosa entre miles de datos para potenciar al equipo. Cambiaron el baseball para siempre. ¿Te suena? ¿Lo ves?” Diego me mira con cara de poseído, hace una pausa con los ojos muy abiertos y continúa: “Nosotros somos Peter Brand, el nerd de los datos. Pulso Escolar es el Moneyball de los colegios. Transformamos a los líderes educacionales en Brad Pitt. ¿Es que te das cuenta? Tito, ¿A quién no le gustaría ser Brad Pitt?”
Si quieres ver la película, está buenísima y disponible en Netflix hasta abril. Si quieres ser como Brad Pitt, ¡juntémonos!