🌊 En el club de lectura de Pulso Escolar gozamos con Andrés Montero y "El año en que hablamos con el mar" 🌊

🌊 En el club de lectura de Pulso Escolar gozamos con Andrés Montero y "El año en que hablamos con el mar" 🌊

Nos reunimos el miércoles pasado en la sala de directorio del cowork, mirando desde el barrio alcántara hasta la torre entel, con unas buenas cervezas artesanales y pizzas. El libro del escritor chileno Andrés Montero nos esperaba como una pequeña isla en medio de nuestras vidas agitadas. Habíamos pasado 2 libros leídos por el club en los que no habíamos escrito un post, “La invención de Morel” de Adolfo Bioy Casares y “Nunca me abandones” de Ishiguro. Aunque ambos librazos, no habíamos logrado el fervor colectivo que generó Maniac hasta esta joya de Montero, nos gustó mucho. Les dejamos algunas reflexiones de nuestra lectura para que nuestros amados lectores lo sientan como si hubieran estado ahí, en el mismísimo club de lectura de Pulso Escolar.

El "nosotros" que amamos 🎣

Lo primero que nos sacudió como una ola inesperada fue esa voz colectiva que Montero utiliza. "Es como si la isla misma estuviera contándonos su historia", dijo una de nosotros mientras jugaba con la cuchara de su café.

El "nosotros" no es un simple recurso literario, es un abrazo que te envuelve y te convierte en parte de algo más grande. Algunos confesamos que al principio nos desorientó, como cuando te sumerges en una ola y pierdes por un momento la noción de dónde está la superficie. Pero luego entendimos: Montero no está contando una historia, está recuperando una tradición donde las historias pertenecen a todos.

"Es como cuando mi abuela contaba historias en el campo", contó uno de nosotros, después relató muchas historias divertidas de campo, de su infancia, de sus miedos. Y así descubrimos que todos llevábamos un potencial "nosotros" dentro, esperando ser despertado.

La isla que no existe en los mapas 🗺️

¿Por qué nos fascinó tanto una isla que ni siquiera podemos ubicar?

Discutimos acaloradamente si Montero estaba romantizando la vida rural o capturando una esencia que sobrevive incluso en nuestras vidas urbanizadas. La mitad de nosotros defendía que la isla era una construcción nostálgica, mientras la otra mitad insistía en que todos llevamos una "isla fuera del mapa" dentro de nosotros.

"Es como ese lugar al que volvemos en sueños", no lo dijo una de nosotros, pero decidimos escribirlo igual. Tampoco agregó "No necesito un pin de Google Maps para saber que existe", pero quedaba bien.

¿Son los memes nuestra nueva tradición oral?📱

La pregunta que encendió el debate más intenso surgió cuando comparamos la tradición oral de la isla con nuestras formas digitales de compartir historias. ¿Qué diría el "nosotros" de Montero sobre nuestros hilos de Twitter, nuestros estados de WhatsApp, nuestros videos de TikTok?

Acá algunos de nosotros creímos que sí lo eran y que Internet hará que todo perdure. Otros estuvieron en desacuerdo, ¿Qué pasó con ICQ? ¿MSN? ¿IRC? Todo eso se ha perdido. Finalmente algunos dijeron que la nueva tradición oral es por definición la IA. Lo sabe todo, lo leyó todo, es la voz y argumentaciones de todos. Uno de nosotros encontró en Google una universidad gringa que da grants para rescatar relatos orales, leyendas y otros. Puede ser esta la respuesta, o quizás no, la tradición oral puede seguir fuera de la tec.

¿Qué pensará sobre esto el mismísimo Andrés Montero nos preguntamos? Uno de nosotros le mandó un mensaje por Instagram, los demás pensamos que no iba a contestar… y él fue tan buena onda que nos mandó unos audios, acá te dejamos su respuesta.

Este libro lo ultra recomendamos, no hubo ninguno de nosotros en la disidencia. Algunos dijeron que en el post escribiéramos que era el mejor libro de la historia, pero otros menos fervorosos decidieron solo dejarlo en la categoría de libro extraordinario que no te puedes perder. ¡Vayan por el suyo! Acá lo puedes comprar 

En fin, algunos lo pasamos 🐖 y otros 🐴 y después de tener la respuesta de Andrés somos todos groupies ¡larga vida al club!